Al término de la Guerra Civil, España sufre los denominados «Años del Hambre», que nuestro protagonista padece durante la infancia y que, tras la muerte inesperada de su padre, marca su carácter y el destino de toda su familia: su madre y sus cinco hermanos se ven abocados a una existencia miserable. Pasan los años y Chichí se convierte en un joven adulto, descubre el amor por primera vez a la vez que aflora su pasión y deseo por ser torero. Pero las rosas tienen espinas y la vida nunca se lo había puesto sencillo; así que, cuando sufre su primera decepción amorosa, emprende una huida hacia una nueva vida como maletilla. El camino no se le hace fácil, pasa hambre, calor y frío, soledades y calamidades, llegando a mendigar un pedazo de pan o un lugar en el que dormir; destrozando sus pies andando de pueblo en pueblo, siempre persiguiendo las fiestas taurinas, su pasión, para conseguir demostrar el valor y la calidad de sus pases ante ganaderos, empresarios taurinos, apoderados y ricos altruistas, con la esperanza de que alguno de ellos apostase por él y así conseguir su sueño. Pero, como bien dice el dicho: el hombre propone y Dios…