Con los amores de Calisto y Melibea, los manejos de la impositiva y embaucadora Celestina, las traiciones y amoríos de los criados, comienza el Siglo de Oro de nuestra literatura, que brilla en un español fijado unos años antes en la Gramática de Nebrija. Entre el epílogo de la Edad Media y los albores del Renacimiento, la Tragico-media de Calisto y Melibea, conocida universalmente como La Celestina en honor a la alcahueta protagonista, supone un hito en el modo de abordar la materia novelística: estamos ante una obra que contribuyó a sentar las bases de la narrativa moderna europea. Recién instaladas las máquinas de la imprenta en España, gozó de una extraordinaria difusión y fue acogida con entusiasmo por los lectores del siglo xvi, que pudieron descubrir en ella el tránsito de una sociedad medieval inmóvil y tradicional a la pluralidad ideológica y al aire de libertad de los nuevos burgos renacentistas.