Dado el transcurso de la maritimidad y la transformación en general de las actividades tradicionales propias de la mar, el patrimonio material e inmaterial ha ido adquiriendo nuevas formas y escenificaciones que ocupan un espacio destacable en el ámbito de lo festivo. Las fiestas marítimas, entendidas como parte de dicho patrimonio y celebradas en el entorno de la Ría de Bilbao, su Abra y de la costa occidental de Bizkaia, nos muestran formas de expresión y puestas en valor que evocan la memoria, destacando maneras de atestiguar la voluntad de permanencia de identidades marítimas adecuadas a los nuevos tiempos.
En su conjunto y por medio de una rica diversidad de expresiones, toman forma en connotación con las nuevas condiciones de la maritimidad en las que se insertan, dando lugar a actividades deportivas, turísticas y directamente económicas. Teniendo en cuenta su carácter performativo y su transformación, nos encontramos ante fiestas que son expresiones netas del patrimonio inmaterial o intangible, inseparable del material o tangible, cuyo sentido debemos encontrarlo más allá de la de la pura conservación de las costumbres y tradiciones de la mar.
Nos detenemos y participamos en fiestas marítimas celebradas a lo largo de la costa, en la plataforma litoral o directamente en aguas de la ría o en la mar. Es una zona enmarcada en procesos de profundos cambios, tanto en el mundo arrantzale como marinero. Celebraciones estudiadas desde una visión socioantropológica, cada una en su singularidad, teniendo en cuenta cada marco específico, con su tipología: carnavales, fiestas patronales, procesiones, giras marítimas, romerías, rituales de límites, temáticas y comensalísticas. Y también considerando los diferentes aspectos festivos: religioso, identitario, lúdico, sociable, económico, ideológico y político, así como de apropiación de espacios públicos y de lugares.