A pesar de los intensos vínculos afectivos que la unen a Moorgate, una hermosa propiedad situada en un frondoso paraje de los mágicos valles de Cornualles, y de la desilusión que seguramente causará a su nieta Posy, que había soñado siempre con ser la dueña de la granja, Maudie Todhunter sabe que por fin ha llegado el momento de desprenderse de ella.

Por otra parte, a Moorgate llegan muchos más compradores de lo que Maudie habría imaginado, entre ellos el joven arquitecto Rob Abbot, quien se enamora del lugar hasta el punto de retrasar los trabajos de restauración con el fin de poder comprarlo. Pero será la llegada de Melissa Clayton, otra potencial compradora con un triste secreto que intenta asimilar, la que desencadenará unos acontecimientos que nadie podía prever. Así pues, será necesaria

una semana de invierno, una relación muy especial y toda la magia de Moorgate para que unos y otros se den cuenta de que, al final, no son las propiedades, sino las personas, lo que realmente importa.

Una semana de invierno es una novela profundamente conmovedora sobre la lealtad, el amor y la capacidad de perdonar.