Se trata de una selección de textos en los que la autora nos presenta las grandes ventajas que se obtienen, al concentrarse en el momento presente de la vida.
En una época en la que se trata de disfrutar del tiempo hasta la última gota, según el clásico carpe diem de Horacio o el vivir a tope tan de moda hoy, la autora, en la línea de los grandes cristianos de todas las épocas, nos propone las inmensas ventajas de un modo distinto de ver la vida.
Ventajas espirituales, pero también psicológicas y sociales, pues concentrarse en el momento presente, según la experiencia de la autora, simplifica la vida y nos hace ser alegres, desprendidos, libres, humildes, responsables, realistas... Nos hace ser cristianos perfectos y hombres auténticos.
El momento presente es un tiempo, pero que tiene una cierta dimensión espacial: cada persona enraizada en su momento presente es una pieza de un mosaico; todas son distintas e insustituibles, pero adquieren sentido sólo junto a las demás. Una dimensión comunitaria o social que da pautas para construir el futuro, la civilización del tercer milenio.