La inculturación contemporánea del cristianismo comporta la necesidad de renovar su comprensión desde nuestras coordenadas culturales, tanto por lo que atañe a la fe como por lo que respecta a la moral. Este libro ha sido pensado especialmente para un público reflexivo que se hace preguntas sobre algunos aspectos importantes de la moral cristiana que se han vuelto más o menos problemáticos al encontrarse expuestos a la revolución intelectual de la modernidad y al sufrir el choque del pluralismo contemporáneo.
Repensar la moral cristiana es repensar una dimensión esencial del cristianismo. Es verdad que este no es fundamentalmente una moral; pero es una de las denominadas religiones éticas o proféticas, con una imprescriptible dimensión moral. Hasta el punto de que la prueba de la autenticidad cristiana es incluso más la ortopraxis que la ortodoxia. Eso es al menos lo que se desprende de la parábola del buen samaritano y de la escena del juicio final de Mt 25.
Los conceptos elegidos -«moral», «conciencia», «pecado», «naturaleza», «vida», «placer», «persona» y «sentido»- son más bien transversales, de moral fundamental, siendo cada uno de ellos el centro de toda una constelación y teniendo implicaciones en campos muy diversos de la existencia humana.