El presente texto expone lo que, de manera general, puede entenderse como Derecho constitucional de la Unión Europea. A pesar de los vaivenes a los que esta organización pueda verse sometida, la importancia de su ordenamiento jurídico resulta innegable hoy en día, al afectar a buena parte de las actividades de los poderes públicos en sus diversos campos de actuación, pero también a los ciudadanos y operadores económicos de los Estados miembros. Además, como suele reiterar su Tribunal de Justicia, la Unión Europea se caracteriza por fundarse en el Derecho. De ahí que resulte esencial conocer las categorías básicas de este ordenamiento, como es el caso de sus objetivos y valores, las fuentes del Derecho europeo, las competencias con que cuenta la Unión, ahora sistematizadas tras el Tratado de Lisboa, la incidencia del ordenamiento europeo en los estatales, de acuerdo en especial con los principios de primacía y efecto directo, el papel del juez nacional como estricto juez europeo o la garantía de los derechos fundamentales con el referente de la Carta adoptada en el año 2000. A lo anterior hay que añadir el propio sistema jurisdiccional de la Unión Europea y las diferentes vías de acceso a su Tribunal de Justicia, con el paradigma de la cuestión prejudicial como elemento básico de colaboración entre el juez europeo y el estatal. La parte constitucional ofrece una exposición sistemática, pero no excesivamente detallada, de las principales instituciones y organismos que vertebran la Unión.