El afamado arquitecto Ricardo Valls, casado con la hija de un rico empresario, se propone llevar a término su mayor ambición personal: una casa del futuro gobernada por un prototipo de computadora orgánica desarrollada por una de las compañías del emporio empresarial de su mujer. Conocida en los medios como la casa automática y bautizada por los más conservadores como la casa de Frankenstein, por el hecho de emplear neuronas humanas de un donante fallecido como unidades de lógica binaria, la inauguración de la misma supondrá el desencadenante de un horror nunca antes presagiado. Esta obra, aunque se circunscribe también al género de la ciencia ficción, resultó ganadora del III Premio de Novela de Terror Ciudad de Utrera.