La historia empieza cuando tres amigos, en una noche fría de diciembre, siguen a un vehículo por una cuesta llena de pedruscos y baches. Los ocupantes del coche son dos forasteros cuya comportamiento hace que nuestros amigos desconfíen y decidan ir tras ellos para averiguar que traman. Sus indagaciones les llevan a descubrir que se trata de actividades ilegales relacionadas con el fraude alimentario, lo que les coloca en el punto de mira de estos personajes sin escrúpulos cuando son descubiertos.
La acción es muy cambiante, hay momentos de gran tensión, de adiestramiento de perros, galopadas, e incluso de aprender a bailar con una chica.
La novela esta especialmente recomendada para chavales de 10 a 13 años, e incluso mayores, ya que muchas de las cuestiones que se tratan en ella poca gente las conoce.
Está enfocada al entretenimiento pero buscando ampliar el conocimiento de los lectores en ámbitos como la salud alimentaria o el consumo de sustancias prohibidas en el deporte. Fomenta valores como el compañerismo, la nobleza o el correcto trato a los animales.
El autor estudió Magisterio en la Universidad Autónoma de Madrid. De familia humilde, compatibilizó sus estudios con el trabajo de disc jockey en una cadena de discotecas. Nada más terminar la carrera se colocó de profesor en un colegio concertado en el que ejerció su labor durante veinte años hasta que el centro educativo perdió el concierto con el ministerio.
Para completar su formación, durante años hace varios cursos entre los que destacan los de Prevención organizados por la FAD (Fundación de Ayuda contra la Drogadicción).
Durante un breve espacio de tiempo, unos quince meses, trabajó como agente de viajes en una agencia mayorista-minorista y en la actualidad trabaja como delegado comercial en el sector editorial, en el que acaba de cumplir quince años de antigüedad.
Aparte de esta novela, ha escrito otra para pequeños que aún no se ha publicado.
Ha pintado más de sesenta cuadros en tres años, a los que se puede