Edward Evans Evans-Pritchard es, sin ningún tipo de duda, una referencia obligada en cualquier reflexión de la antropología social: no solo por sus pioneros estudios sobre las culturas azande y nuer ?clásicos canónicos de la disciplina?, sino porque su producción teórica y sus pasos como investigador fueron la senda que, poco después, transitó la disciplina. Su trabajo de campo y sus análisis teóricos arrojaron luz sobre el marco en que los antropólogos debían trabajar y definió los problemas a los que tenían que enfrentarse. De este modo, la antropología social se estableció como el modo de estudiar los problemas de la sociología general a través de la investigación de las sociedades primitivas. Sus principales aportaciones metodológicas impregnan la forma de encarar el trabajo de la antropología social en el presente. Los investigadores que se entregan a la tarea de entender las creencias y prácticas religiosas de cualquier sociedad están imbuidos del modo de entender qué es una sociedad que Evans-Pritchard nos legó.