El bipartidismo hunde sus raíces en la Transición española, y estuvo en su diseño la mano de la CIA y del Departamento de Estado de los Estados Unidos de América, que querían garantizar que España fuese un aliado que no le creara problemas a la estrategia de la OTAN, a la presencia de las bases militares y al papel geoestratégico que jugaba España una vez que Franco desapareciera y se instaurara la monarquía con Juan Carlos de Borbón. Tenemos, por tanto, un bipartidismo en España asentado en una transición con injerencia de los EE. UU. -y de la CIA-, con una ley electoral fraudulenta y canalla y con la defensa del mismo modelo capitalista y neoliberal corrupto de la monarquía bipartidista.