Jesús Martín Martín. Aterrizó en Móstoles a muy temprana edad. Aunque con aptitud, mal estudiante, se puso a trabajar para «buscarse la vida». Tenía sus planes de futuro pero la brújula del destino siempre le ha ido cambiando el rumbo.
Tropiezo tras tropiezo es un superviviente de esta jungla que es la propia vida, pero tiene la gran suerte de rodearse de buenas amistades.
Un buen día se decidió no a escribir poemas, sino a plasmar o narrar unos sentimientos que pensaba
no significarían nada para nadie, sólo para él, pero gracias a parte de sus amigos abrió lo que hasta entonces era su refugio. Lo bautizó con el nombre de «La Guarida de AF», AF de Ave Fénix.
Se dio cuenta de que no está solo, que hay muchas
almas con sentimientos, con sensibilidad y quiso compartirlo. Un trocito de él va en cada poema, su musa siempre le acompaña y está presente en cada uno de ellos. Es una lectura fácil
de entender, sin reglas ni patrón, válida para cualquier edad, para cualquier alma que esté dispuesta
a sentirla en su corazón.