En una época sumergida en la tecnología y la crisis económica, donde apenas hay cabida a la espiritualidad y la religión, la iglesia mantiene su poder operando en las sombras.
La civilización humana intenta subsistir con los recursos que su posición les permite. Estas sociedades conviven en mundo un sometido por individuos corruptos con una sed incesante de poder.
Aprovechando dicha posición, los gobiernos de cada país intentan, desesperadamente, conseguir la superioridad absoluta. Una carrera constante por la conquista de otros mundos, el control de la economía con criptomonedas, inteligencia artificial o realidad virtual.
Meras quimeras, con la finalidad de distraer a la población que, ingenua, no es consciente de las verdaderas intenciones de estas grandes corporaciones.
Estados Unidos, Rusia, China y la Unión Europea mantienen una lucha encarnizada por el poder, con algo mortal y peligroso: la guerra química.
Unida firmemente la ciencia con la tecnología, cada organización intentará desmarcarse de las otras. Una vez descifrado el código genético humano se investiga una mutación en el llamado «Gen de Dios». Con el objetivo de crear una cepa vírica definitiva, capaz de exterminar la conciencia humana.
Una exagente de la CIA, un sacerdote, una periodista y un experto en genética se verán involucrados en el mayor plan de ataque a nuestra especie.