Para nuestra sorpresa, hasta la fecha no existía en España una edición de los documentos de constitución de la Liga de los Comunistas, organización que fuera predecesora inmediata del Partido Comunista. Se trató del último eslabón de un proceso de transformación de lo que eran, de alguna manera, sociedades clandestinas en una organización política visible: Sociedad Alemana en Londres, Asociación Patriótica Alemana, Asociación Alemana de Apoyo a la Prensa Libre, Liga de los Desterrados de cuya escisión surgiría la Liga de los Justos.

Dado su carácter clandestino, apenas si se guardan documentos de las anteriores asociaciones. De cualquier modo, fue la llegada y fuerte impronta de las ideas de Marx y Engels en este penúltimo estadio las que produjeron una última y radical transformación de todo lo anterior: de centrar la cuestión en la comunidad de bienes se comienza a hacerlo en la abolición de la propiedad privada, del nacionalismo se pasa al internacionalismo, el trabajo asalariado se convierte en el centro del problema..

.Hemos decidido utilizar como prólogo uno de los textos más clarificadores sobre la historia y sentido del Manifiesto Comunista: "En memoria del manifiesto de los comunistas", escrito por Antonio Labriola en 1895, ya un clásico profundamente útil para comprender el calado completo del proyecto marxista.Como colofón recuperamos la que consideramos mejor traducción del Manifiesto: la publicada por la editorial Progreso, en traducción del Instituto de Marxismo-Leninismo, institución bajo cuyo anafrodisíaco nombre se encuentra un trabajo textual preciso y hermoso. «Un fantasma recorre Europa: el fantasma del comunismo».