Esta puede ser una obra de engañosa apariencia realista. Sin embargo, la niña Irene, como explica la autora en el prólogo, es, al fin y al cabo, un personaje de ficción, y la voz del narrador cuenta solo lo que ella oye, lo que dice, lo que piensa. No hay aquí, pues, ninguna interpretación más allá de la perspectiva de la protagonista. Es posible, en cambio, que estas simples escenas abran un espacio de reflexión para nosotros, madres, padres, abuelos, abuelas… y educadores de cualquier ámbito, que observamos también el universo en el que crecen nuestros niños y niñas. La autora, Carmen Isasi, aúna en este libro dos grandes facetas de su vida: la de etxekoandre (señora y madre de la casa) y la de filóloga. Conjugando ambas experiencias, y tras una larga trayectoria profesional en la docencia universitaria y la investigación, se adentra con este libro en el mundo de la creación literaria.