De sentimientos estamos hechos, al fin y al cabo.

Decepciones que se solucionan con una sonrisa ajena.

Besos al aire que su destino es hacer feliz a quien nos devuelve la ilusión cada mañana.

Peleas. Abrazos. Llantos. Risas. Olvidos. Reconciliaciones. Amar. Odiar y querer.

Eso llena nuestros días. Nuestros sueños. Nuestras vidas.

Somos dueños de nuestro destino y, a veces, marcamos nuestros pasos con esas sonrisas que al

final de nuestro camino nos hacen ser ese motivo de felicidad para los nuestros.

No somos tan débiles como nuestros recuerdos nos definen.

La mejor parte de cada persona nos la encontramos detrás de esas letras que nos dedican.


@josemi1326