A través de cuatro adolescentes que parecen arrojados al abandono la historia describe una exploración de la realidad humana sin ninguna clase de temor. No hay lugar para los tradicionalismos o para una tranquila forma de respeto o selectividad. Personajes omnívoros recorren los espacios de una ciudad feliz y miserable que resguarda los secretos de la resistencia y la decadencia. La evanescencia del narrador-personaje que nunca dice su nombre y los derrames de lo real en medio de los dulces y crueles artificios de quienes apenas empiezan a descomponer sus pasiones, un robo, la búsqueda de un culpable y una historia de amor en medio de la áspera realidad que entra en complicidad con el lector, conformará un juego de claroscuros donde la locura y sus rituales tienden a parecer demasiado mundanos, por tanto, precisos para descifrar las proximidades, profundidades y superficialidades de lo humano.