Cuando apareció hace 20 años en las librerías la primera novela de J.K. Rowling Harry Potter y la piedra filosofal me llamó la atención que una novela actual incluyese la palabra filosofía en su título. Para una profesora de filosofía como yo esto significaba que lo que explicaba en las clases tenía cierta popularidad y estaba de moda. Mis alumnos hablaban de la novela de Harry Potter, el joven mago, y pensé que tenía que leerla.Compré el libro y me entusiasmó. Cada año esperaba la nueva entrega con la misma ilusión que ellos. Descubrí no solo una historia literaria sino una manera de acercar a los jóvenes conceptos filosóficos como la amistad, el amor, el bien, la fidelidad, la muerte y el poder.A partir de entonces podía conversar con mis alumnos , compartir experiencias y emociones que sirvieron para el diálogo, la reflexión, el conocimiento y la actitud crítica. La filosofía es por definición amor a la sabiduría, una sabiduría que sirve para ayudar a vivir mejor y buscar respuestas a algunas de las preguntas más importantes en la vida: quién soy y cuál es mi misión.En estas páginas está escrita solo una