Este brevísimo tratado es la original y divertida historia de un jovenzuelo venido del Nuevo Mundo y que asienta su cuerpo en un barrio de Madrid. Es el choque de dos culturas, de dos formas de entender la vida, la narración vital y la creación literaria. Es la aventura de un inmigrante que no puede dejar de pensar en lo que dejó atrás y en lo que el Viejo Mundo le puede mostrar. En medio, él trata de ajustarse a las nuevas claves culturales que le van ofreciendo, sin temor a caer en la crítica ácida o en lo políticamente incorrecto, siempre desde un quijotesco sentimiento de «estar luchando contra propios y ajenos molinos». Mientras tanto, ver la realidad con humor y desde su lógica personal le sirve como método para exorcizar sus más profundos miedos.