Los cementerios patrimoniales forman parte del rico acervo cultural de la humanidad y aportan a las sociedades contemporáneas una valiosa información sobre la antropología de la muerte de las distintas comunidades a lo largo de su historia. En los últimos años, el interés del turista por obtener nuevas experiencias en sus viajes ha introducido nuevas tendencias en el diseño de los productos turísticos, que han permitido la especialización del sector. Muchos cementerios patrimoniales incluidos en algunas guías turísticas han visto notablemente incrementada la cifra anual de visitantes que se acercan hasta ellos, atraídos por su indudable interés histórico pero también cultural.
Las necrópolis son lugares de rito, donde los vivos y los muertos encuentran su nexo de unión. También son espacios de memoria de las identidades individuales que configuran, a su vez, la identidad de una colectividad. Se han convertido en parte integral del turismo urbano, en una sólida experiencia cultural bajo la construcción de una compleja atracción turística, con un gran potencial como complemento de los tours urbanos. Son un recurso cultural por su arquitectura, manifestaciones artísticas, lugares de espiritualidad o como ejemplos de los cambios experimentados por la sociedad.


Manuel Ramírez-Sánchez (ed.) es profesor titular del Departamento de Ciencias Históricas de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
Francisco José Rodríguez-Marín (ed.) es profesor titular del Departamento de Historia del Arte y de la Facultad de Turismo de la Universidad de Málaga.