Los obispos españoles, en el plan pastoral elaborado para el periodo 2016-2020, han reconocido el debilitamiento de la presencia y de la influencia moral de la Iglesia católica en el seno de la sociedad española contemporánea. Este fenómeno se ha reflejado en las características de los supuestos de hecho de los casos que han llegado al Tribunal Constitucional, circunstancia a la que se ha unido la defensa, por parte de algunos sectores doctrinales y políticos, de un anhelado modelo de relaciones Iglesia-Estado delineado por la separación radical, que comparte las connotaciones de ajeneidad hacia lo religioso, especialmente de corte católico, del sistema laico, a la francesa. En este libro se analiza la respuesta del alto tribunal, intérprete máximo de la Carta magna y pieza indispensable en el proceso de construcción sistemática del Derecho Eclesiástico, ante aquella característica identificativa de la evolución del factor social católico en la España actual que impregna la generalidad de los casos cuya resolución se ha encomendado a la sede constitucional.