No dejen de orar es una invitación a reflexionar bíblicamente sobre la experiencia de la oración. Se preocupa por descubrir en las narrativas del Nuevo Testamento los textos que hablan e invitan a la oración. Desde Jesús en los Evangelios sinópticos hasta Juan en el libro del Apocalipsis el lector podrá descubrir un amplio repertorio de conceptos y reflexiones que le ayudaran a entender y poner en perspectiva su experiencia tanto personal como comunal de la oración. En un lenguaje sencillo y franco el autor les llevará de la mano a través de experiencias bíblicas de oración. Experiencias que fortalecieron y fortalecen el carácter del cristiano para convertirse en agentes de transformación en el mundo. El Dr. Daniel Rodríguez Díaz en el prólogo ya nos revela esa dimensión de la oración que nos hace participes de la gracia y el poder transformador del evangelio cuando dice: Empecemos orando siempre, que es lo que propone mi amigo y hermano, pastor Luis A. Quiñones, en su provocativo e inspirador escrito. Su libro nos recuerda que cuando oramos estamos actuando como nuevas criaturas, hijos e hijas de Dios. La oración nos ayuda a integrar lo que somos con todo lo creado. Deja de ser un escape y nos da la agencia y nos autoriza para ser sujetos guiados por el Espíritu. Este esfuerzo tiene como destinatario a la iglesia en sus expresiones locales. Fue concebido como trabajo pastoral para toda la iglesia. Por esa razón, tiene múltiples aplicaciones tales como: uso devocional, estudios bíblicos, como recurso para preparar predicaciones. Cada persona que lea el libro encontrará otras claves para su aplicación, ¡No dejen de orar! Luis A. Quiñones es un profesor retirado del Seminario Bíblico Hispano de Chicago. En el Seminario ha servido dando clases de griego del Nuevo Testamento, teología, biblia y trabajo pastoral. Trabajo siete años en Puerto Rico como ministro de la Iglesia Metodista Unida y actualmente participa activamente como miembro de la Primera Iglesia Congregacional de Chicago, UCC. Estudió en la Universidad de Puerto Rico y tiene una licenciatura con concentraciones en lenguas y humanidades. También tiene un grado de Maestría en Divinidades del Seminario Evangélico de Puerto Rico. Su trabajo con las iglesias Latinas en el oeste de la ciudad de Chicago le dio la oportunidad de aprender y desarrollar habilidades en áreas como la abogacía, desarrollo de liderazgo, educación y organización comunitaria. A través de los años su mayor preocupación ha sido cómo responder con fe a los desafíos que enfrentan la iglesia y las comunidades Latinas en Chicago a diario. Para él la respuesta de esta pregunta es esquiva, pero está convencido de que a través de una lectura contextual y el estudio de la Biblia, las diferentes comunidades de fe pueden encontrar su propio camino hacia una fe que nutra la vida, la generosidad y la solidaridad.