De todas las doctrinas Tradicionales, la doctrina islámica es quizás aquella donde está marcada más netamente la distinción de dos partes complementarias la una de la otra, que uno puede designar como el exoterismo y el esoterismo. Son, siguiendo la terminología árabe, es-shariyah, es decir, literalmente la ‘‘gran ruta’’, común a todos, y el-haqîqah, es decir, la ‘‘verdad’’ interior, reservada a una elite, no en virtud de una decisión más o menos arbitraria, sino por la naturaleza misma de las cosas, porque no todos poseen las aptitudes o las ‘‘cualificaciones’’ requeridas para llegar a su conocimiento. Se las compara frecuentemente, para expresar su carácter respectivamente ‘‘exterior’’ e ‘‘interior’’, a la ‘‘corteza’’ y al ‘‘núcleo’’ (el-qishr wa el-lobb), o también a la circunferencia y a su centro. La shariyah<