Puede pensarse que el concepto de “Buen Administrador” es extraño a nuestra cultura, pues la idea de mirar constantemente el reloj, tener una agenda llena de citas, tratar con la gente de una manera impersonal. No cabe duda que así es en algunos países industrializados, en donde los ejecutivos han ido al extremo y se han atado a una “camisa de fuerza” que los incapacita para hacer lo que realmente desean hacer.
“Por otro lado tenemos la historia de un campesino, que le dijo a la esposa que iba a arar toda la mañana. Empezó temprano dándole de comer a los bueyes pero descubrió que uno de ellos estaba enfermo y se dispuso a ir al pueblo a comprar medicina. En el camino se dio cuenta que unos cerdos del vecino se habían metido en el sembrado de papas y tuvo que detenerse para sacarlos. Allí descubrió que las papas estaban listas para la cosecha, y empezó a recogerlas. De pronto recordó que su esposa quería que le llevara leña, y dejando la