El ilustre pedagogo cuyo nombre da título a esta obra nació en Cuba en 1850. Joven emigró a Yucatán, México, donde tenía parientes, emigrados también de aquella isla. La familia se dedicó a la enseñanza incluido don Rodolfo. Se casó con Flora Mena Osorio. Posteriormente enviudó y contrajo segundas nupcias con Nemesia Rodríguez Castillo. Con ambas tuvo descendencia. Don Rodolfo recibió reconocimientos por su trabajo que abarcó las Ciencias de la Educación, siendo pionero de la Educación Física en la región. Fue poeta, escritor en prosa, autor de artículos periodísticos y de libros dirigidos a la enseñanza primaria, todo esto con vigencia actual. Visionario y apóstol de la educación a su muerte la XXXI Legislatura del Estado de Yucatán lo nombró Benemérito de la Educación Pública. Esta obra relata anécdotas familiares relacionadas con el ilustre mentor, algunas con profundo sentido crítico.