Por sus características propias el quehacer docente es, y deberá ser, una actividad en constante cambio; previendo las distintas acciones que se han de implementar al interior del aula con los alumnos, además de la forma en que participa en la toma de decisiones en lo que se ha denominado la gestión de los aprendizajes, donde no solo se circunscribe a los logros académicos, sino a los esfuerzos en conjunto del colectivo docente para crear mejores espacios y oportunidades para las niñas y niños que se encuentran en edad escolar. Consolidar las competencias docentes de los estudiantes normalistas a partir de la estancia en condiciones similares a los docentes en servicio, resulta una contribución excepcional, ya que permite el despliegue de las mismas en una panorámica muy cercana a su futuro ámbito laboral. Los informes aquí resumidos permiten apreciar la creatividad, el ingenio y el empeño con el que los docentes en formación de la generación 2011-2015 afrontaron sus dilemas y fortalecieron sus competencias profesionales.