Durante el devenir de nuestras vidas se entrelazan, se mezclan y enriquecen nuestras historias y vivencias, con aquellas de las personas que nos rodean, las que nos aman y las que no, de nuestra familia y parientes, amigos y amigas, incluso con historias ajenas o lejanas, pero que al conocerlas nos hacen sentido; influyen y en ocasiones moldean lo que somos y anhelamos, hasta lo que soñamos y añoramos. Las historias contadas dentro de la familia o del clan, al amparo de una fogata desde los tiempos idos, fue la forma de transmitir esas vivencias de generación en generación. Estas historias contaban hechos de supervivencia o visiones de nuevos lugares para migrar en busca de alimentos; es decir, esos relatos podían cambiar las vidas o destino de quiénes las escuchaban. Los juglares y trovadores llevaron aquellas historias y vivencias más allá del clan a lugares remotos, adornando con canciones y armonías sus relatos. Escritores y novelistas hoy nos cuentan fantásticas historias, así como los poetas nos llenan el alma y el corazón con sus poemas. Este poemario que titulé "40 historias de la vida y el amor", está colmado de historias, visiones, vivencias, sueños y alguna añoranza, a las que he llamado "Histoversos"; que no son otra cosa que historias contadas en versos. Descubrir la poesía y su esencia es una de las cosas buenas que me ha pasado en la vida, escribirlas fue un verdadero placer y espero que leerlas para ustedes lo sea también.