Un artículo periodístico resultó en ser el detonador inicial de esta novela. Korio se enfrascó en una doble lucha con su ser interior justo cuando buscaba respuestas a todas sus interrogantes; las cuales no querían apartarse de el. El contraste de haberse mudado la familia, tras la meta por alcanzar nuevos horizontes. Este hecho, tuvo como consecuencia una visualización de un mundo trenzado en la violencia y las desesperanzas. La explosión demográfica no tardó en aparecer por toda la barriada, la degradación social les embitió como una fiera y que amenazó con destruir, casi, a toda su familia. Entonces fueron sorprendidos por una guerra civil. Este nuevo suceso, sumado a la huída hacia la tierra natal de su madre, se marcó un grado tan bajo de optimismo que le hizo dudar de su inquebrantable fe en el futuro. Korio enfermó, pero fue asistido por un médico dotado de gran sensibilidad humana. Tal admiración, le serviría de fuente de inspiración en el largo trecho de sus quimeras. Después, de haber cambiado su localización, una vez más, se reubicaron en una "Urbanización apacible", donde todos los contrastes a su derredor, no fueron "color de rosa". He aquí la historia final de sus anhelos, la inmaculada realidad de "que si se puede" alcanzar luchando los propósitos de la vida "Porque vivir es sentirse forzado a ejercer la libertad a decidir lo que vamos a ser o no ser, en este hermoso mundo".