En el año 2020 se cumplen trescientos años, desde que allá por el 1720, la monarquía española decidiera instalar la Real y Militar Academia de Matemáticas en la ciudad de Barcelona. Academia que intentaba ser una réplica mejorada de la que existió hasta 1706 en Bruselas, y que tras el Tratado de Utrecht, que puso fin a la guerra de Sucesión, España perdió junto con el territorio de los Países Bajos.
Se necesitaba un centro donde llevar a cabo la formación científica de los ingenieros, había que reconstruir un país afectado por el conflicto bélico, articular su defensa, racionalizar y mejorar sus comunicaciones, y atender a las nuevas necesidades urbanísticas. La monarquía necesitaba concentrar la sabiduría y tener a este personal listo y preparado para poder utilizarlo allá donde lo necesite. ¿Y qué mejor que un Cuerpo Militar, disciplinado, obediente y leal a la monarquía?
Este libro desarrolla el contexto histórico y militar en el que se desarrolló la Academia, sus alumnos y su inmensa obra, tanto militar como civil.