Esta novela retrata unos populismos nacidos como sueños de redención que acabaron como miserables tiranías.

Una sencilla historia de amor se enreda en las tramas de una clase dirigente anquilosada, corrompida y codiciosa de perpetuarse en el poder quebrando los derechos humanos y las libertades del pueblo.

Dos repúblicas iberoamericanas de perfiles concretos, con sus niveles de vida rebajados a niveles indignos, son el marco por donde viaja peligrosamente el huérfano, empadronado en Madrid, del fundador de un régimen que se resiste a asumir su fracaso como motor de progreso del pueblo.

Los extravagantes experimentos de un transhumanismo que se propone prolongar la vida congelando cadáveres o trasplantando cabezas veteranas en cuerpos jóvenes son las fábulas esperpénticas que simbolizan o satirizan la ansiedad de los gobernantes por prolongar su presencia pública con recursos biológicos o como mitos de mausoleos marxistas.