En los 19 artiŽculos que componen el libro, hablo de temas como la despoblacioŽn rural y el miedo a que muy pronto en Navarra soŽlo las aŽreas urbanas de Pamplona y Tudela esteŽn habitadas; de las peliŽculas que no necesitan mucho ruido ni explosiones para impresionar y los libros de Stefan Zweig; de la nostalgia por los cines que se van; de la estatua de Teobaldo que una vez estuvo en la Taconera y por obra y gracia de la ignorancia ya no estaŽ; de las monedas del reino de Navarra, que llevan treinta an~os ya durmiendo el suen~o de los justos en el Museo de Navarra; de nuestros siempre puestos en entredicho derechos histoŽricos; de las torres de Salesianos, que acabaraŽn con la mejor panoraŽmica de Pamplona; de Grecia siempre en el corazoŽn y sobre todo en la cabeza; de los preciosos murales del cine PriŽncipe de Viana; de la reivindicacioŽn feminis- ta que supone el escudo de las amazonas en la catedral de Pamplona; de la medalla de oro que CampioŽn, OloŽriz y Altadill mereciŽan desde hace tanto tiempo; de las baldosas de dragones sobre las que bailaron reinas y reyes en Tiebas y de otras muchas cuestiones entrelazadas.

Aunque todos ellos tratan en realidad del mismo asunto: el amor a la Cultura, el gusto por recuperar lo perdido y por no dejarnos arrebatar aquello que nos configura, lo que somos y lo que nadie lograraŽ que dejemos de ser.