Los imperios nacen, se desarrollan y expanden sus dominios para terminar muriendo y caer en el olvido. Así, poco a poco, la historia se va dibujando con las cenizas de quienes un día dominaron el cosmos; escrita siempre por los vencedores, ya que es demasiado doloroso asomarse al abismo en que están encerrados los espíritus de los vencidos.
¿Por qué la Misión de Paz iba a ser diferente? Se alzaron, conquistaron y fueron derrotados, destinados a convertirse en una nota más en los anales del universo. Anclados entre la resignación y el orgullo. Hasta que llegó ella, decidida a sacarlos de su letargo para reconstruir el imperio que un día perdieron, sin importar el coste ni los sacrificios que exigiera.

Diversos personajes serán testigos de victorias y derrotas, de alegrías y miserias, de la supervivencia y la muerte. Es todo lo que dejará a su paso la Misión de Paz mientras busca de nuevo su lugar en las crónicas.