Llegando de regreso a su país, Guatemala, Rebeca desconoce a su pueblo, un pueblito ya crecido como ciudad pero invadido por el crimen y la delincuencia. Justo a la entrada, es testigo del asesinato del alcalde de Santa Lucia, pero eso es lo de menos. Llega a casa de su mamá solo a encontrar que nadie está, más que su perro herido, y pistas que aluden a un siniestro secuestro. Ana Lourdes Holton, en su primera novela corta, nos presenta un cuento, aún increíble a primera vista, pero no muy fuera de lo posible en la vida real de muchos centroamericanos. Con alma poética y una maestría sobre las palabras, Ana Lourdes pinta un paisaje lindo con mucho potencial, un paisaje con tinta de nostalgia por su gran país natal, el lindo Guatemala.