Nuestras vidas son bastante frenéticas, por decir lo menos. Los empleos son estresantes; nuestras familias nos tienen muy ocupados, la televisión está llena de violencia, los vecindarios lidiando con el crimen, las calles con un tráfico que no se despeja…nuestra vida está llena de preocupaciones. Y es precisamente en este mundo caótico que tenemos que comer, respirar y vivir (o sobrevivir).Sin importar nuestra edad u ocupación, todos lo padecemos y a veces se torna realmente abrumador manejar el nivel de tensión en nuestra mente. A veces, hasta nos volvemos irritables o agresivos. Si eres estudiante, te estresas al esforzarte por obtener calificaciones más altas en tus exámenes, y tus padres y profesores seguramente te presionan para que no desapruebes. Si eres un profesional, debes enfrentar la presión de cumplir con las fechas de entrega pautadas; o tienes soportar que tu jefe y empleados de mayor jerarquía te hablen en un tono severo o denigrante. El estr&eac