La trata de blanca es algo real. "La catastrófica vida en la prostitución" es escrito por una víctima real de ello. Los "padrotes" (hombres que explotan mujeres) existen, acechan a sus víctimas, las amenazan con sus familiares y muchas veces hasta las embarazan a la fuerza para amenazarlas con sus propios hijos, es una realidad y se vive a diario, sin darse cuenta vecinos, están cerca de ellos. Las mujeres no son rescatadas y mueren a mano de esos monstruos, son esclavas del sexo vendido por un rato de placer, obligadas a largas jornadas de sexo donde la paga es para los padrotes, mujeres que al terminar la jornada son amarradas y golpeadas sino cumplen con la cantidad de dinero puesta por los llamados padrotes. Jovencitas que son dadas por extraviadas por sus familiares, van a parar a mano de esas mafias, donde las mantienen en bares o también llamadas cantinas de mala muerte.