Tendrás nombre, tendrás
una voz y unos ojos.
Elena Martín Vivaldi"Para poder acercarse a la poesía de Fernando Prats, o más aún, a los elementos propios del universo pratsiano,es necesario partir de una premisa inicial: su obra, del mismo modo quesu vida, es producto del hibridismo cultural que el poeta ha practicadoy absorbido durante años en dos grandes ciudades cosmopolitas: suBuenos Aires natal y la Barcelona donde actualmente reside.
Este mestizaje ideológico, unido a su carácter autodidacta,contemplativo, emprendedor, es la herramienta básica con la queconstruye el imaginario poético de la cotidianidad que le rodea,dándole un tono crítico, meditativo y profundo a cada uno de sus versos.
Como volver a casa, pero no nos abre una ventana a eseideario, ventana que analiza con grandes dosis de realismo e ironía laactual sociedad urbana y su comportamiento, tanto en las relacionessentimentales como en un marco de negociaciones sociales.
Es, además, desde la estructura formal de todo el poemario, un ejemplodel mencionado mestizaje y de la intencionalidad transgresora, modernay urbanita de su autor. La utilización léxica tanto de argentinismos ycatalanismos como de neologismos creados por él mismo y el empleo de laversificación libre le permiten definir conceptos que tan sólo en suspropias palabras es capaz de explicar.
Escribió Henry James que, en las artes, el sentimiento es significado;y eso justamente es lo que encontramos en la poesía de Fernando Prats.Detrás de cada verso, de cada palabra, se esconde un significado quenos descubre, en todo su esplendor, el sentimiento del poeta y unasensación vívida de estar compartiendo y contemplando en ellas suespecial visión del mundo.
Es por eso que, aquellos que conocemos y apreciamos a Fernando, sabemos que en su poesía hallaremos sus ojos, su voz, su nombre".(Prólogo de Manel Leor).
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