Hal Jordan habría sucumbido a La rabia de los Red Lanterns de no ser por Saint Walker, que al dotarle de un anillo azul le hizo miembro de los incipientes Blue Lanterns y heraldo de la esperanza. A medida que las revelaciones sobre el Espectro Emocional se suceden, no será la última de ellas la que oculta el Sistema Vega —hasta ahora al margen de la jurisdicción del Cuerpo de Green Lanterns—, y más concretamente el planeta Okaara. Allí se esconde Larfleeze, portador de la luz naranja de la avaricia, cuyo origen queda desvelado en estas páginas. John Stewart, los Controladores, Yrra Cynril —también llamada Fatalidad— y los Guardianes del Universo juegan papeles fundamentales en una historia con nuevos Corps que no son lo que parecen. Sin embargo, cuando esta termine, los conflictos entre ellos estarán lejos de disiparse. Además, llega a su fin la misión que Saarek, el GL capaz de hablar con los muertos, emprendió en Los pecados del Zafiro Estelar... y no podría resultar más inquietante.

La irrepetible expansión de la mitología de Green Lantern orquestada por el gran revitalizador de la franquicia, Geoff Johns, alcanza en este tomo varios hitos en forma de algunos de esos momentos clave que la han forjado hasta ser lo que es hoy. Tras La Guerra de los Sinestro Corps y antes de La noche más oscura tuvieron lugar acontecimientos tan cruciales como estos. Y entre los responsables de plasmar gráficamente esas energías lumínicas inéditas y sus elaborados trasfondos, conceptos ya para siempre implantados en el inmenso cosmos de DC, figuran Philip Tan (John Carpenter's Joker), Eddy Barrows (Liga de la Justicia) y Rafael Albuquerque (All-Star Batman: El primer aliado).