El inminente agotamiento de los combustibles fósiles plantea un nuevo escenario energético global. La necesidad de combustibles para el transporte lleva al desarrollo de alternativas basadas en la combinación de los recursos eléctricos con el de biocarburantes procedentes de la agricultura. Este escenario plantea importantes interrogantes, tales como la influencia de la subida de precios de las materias primas agrícolas para satisfacer las necesidades energéticas en el mercado y seguridad alimentaria, teniendo en cuenta además el aumento de la población y el cambio de hábitos alimentarios. En esta publicación se presenta, por un lado, una revisión bibliográfica de los distintos instrumentos para analizar el cambio de uso del suelo y sus causas, y por otro, se plantea un modelo de optimización de la distribución de la tierra entre los distintos cultivos alimentarios y energéticos en un escenario donde ambos compiten por el recurso suelo, maximizando la renta en un territorio, atendiendo a las necesidades nutritivas y energéticas de la población. Con ello se ha pretendido proporcionar herramientas para realizar análisis de escenarios, poniendo como ejemplo un país específico, Ecuador.