«Me hice una carrera a base de interpretar a hijos de puta» dijo una vez Kirk Douglas. De hecho, el antiguo Issur Danielovitvh era un actor que podría arrastrar a los aficionados de las solapas y levantarles de sus asientos. Aunque sus primeros papeles no fueron nada del otro mundo, la situación cambió con la interpretación del boxeador Midge Kelly en 'El ídolo de barro' (1949). Esta actuación le valió un Oscar, como también lo merecieron las interpretaciones del despiadado productor en 'Cautivos del mal' (1952) y del angustiado Vincent Van Gogh en 'El loco del pelo rojo' (1956). Quien quiera que fuese -Doc Holliday, Espartaco- Douglas llamaba nuestra atención. De algún modo, siempre ha sido el campeón poniendo pre-textos. «No quiero ser un " Eh tú!" toda mi vida. Quiero que la gente me llame "Señor".»