Este segundo poemario debiera, en realidad, preceder a Desde mi orilla, libro en que recogí poemas que permanecían inéditos hasta entonces. La mayoría de los poemas que comprende Desde mi silencio fueron escritos antes y habían sido publicados en revistas, libros colectivos u otros soportes que, ahora, he recuperado para formar con ellos este nuevo libro.
En este laberinto de versos, a lo largo de los años por mí vividos, están todos mis yos. Vistos desde la perspectiva que el tiempo les ha dado, puedo afirmar que son como una biografía poética. He puesto en palabras, desde el recogimiento, desde mi silencio, lo que viví, lo que vi y, sobre todo, lo que sentí. El posible lector o lectora no va a encontrar importantes sentencias ni genialidades, ni ese poema no escrito aún que podría convulsionar el mundo de la literatura, sino solo la música particular que le puse a las cosas cotidianas de la vida. Porque creo que las palabras, cuando son poéticamente combinadas, pueden hacer cambiar el sonido más vulgar y, lo que todos decimos en situaciones parecidas, expresado de otra manera, con las palabras precisas que, de los sentimientos, le brotan al poeta, se transforma en algo que tiene que ver, en definitiva, con el arte.