La primera década del siglo XXI es una etapa en la historia urbana contemporánea de Sevilla que destaca por el número de proyectos acometidos en un plazo relativamente reducido de tiempo. Estos proyectos se presentaron en su momento articulados en torno a un discurso de “cambio” desarrollado básicamente por las autoridades responsables. Una nueva planificación urbanística y estratégica, una nueva estructura de la movilidad, incluyendo el desarrollo de la movilidad ciclista, y la construcción de la primera línea de metro; el desarrollo de peatonalizaciones y reurbanizaciones, así como un intenso período de construcción de viviendas y equipamientos, entre otras actuaciones. Algunos de los proyectos no estuvieron exentos de controversia, como el rascacielos Torre Pelli o el proyecto de arquitectura monumental de las Setas de la Encarnación. Todo ello compone un atractivo escenario, para la geografía y las ciencias sociales, que esta obra analiza en detalle. El caso de Sevilla es muy significativo y útil como caso-ejemplo de ciudad histórica capaz de optar a una renovación de la relación entre el espacio urbano y el ciudadano, de las tensiones y contradicciones que dichos procesos suelen conllevar, y también de la posibilidad de encontrar caminos para actualizar las funciones urbanas a los nuevos retos sociales, económicos y políticos en los que las situaciones críticas están situando a muchas ciudades.