Algo está sucediendo en el mundo, algo que cada vez inquieta más. La gente entra en un bosque y desaparece, no uno, ni dos, cientos de personas están desapareciendo, no solo en bosques también en ciudades. Alguien sale a dar un paseo y no se vuelve a saber de él.
La idea de escribir este libro surge a raíz de ver como en países de nuestro entorno hay un despertar de la ciudadanía por aquellos que desaparecieron. En Francia y Estados Unidos se han publicado libros al respecto, en Suecia hay un manual editado tanto para los que puedan desaparecer, como para los que entran a buscar. Cuando alguien desaparece no está ni vivo ni muerto, pero ha dejado de existir. La familia lleva el día a día con dolor y amargura ante la indiferencia de todos, al principio los consuelan pero llega un momento en que se olvidan de ellos.
Este libro no tiene la solución, pero la autora ha investigado y consultado estudios realizados por otros, hay explicaciones alternativas a las que dan las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado. Explicaciones que pueden no ser del gusto de quien las lee, por incredulidad por ejemplo, pero no está de más saberlas.
En este estudio se analizan una treintena de casos desde el S. XVI, (Croatoan) un poblado de colonos ingleses que desaparecieron sin dejar rastro en 1587, hasta los más recientes en 2020 en distintos puntos de Europa y EEUU.
Son casos contrastados por archivos policiales.