Tres asesinatos, aparentemente rituales, destaparán, veinte años después, los más sórdidos pasajes de la Transición española. Irene Larraz, una joven Licenciada en Derecho con un futuro recién estrenado, tendrá que enfrentarse a la memoria fugaz de un pasado, su pasado, del que apenas sabe nada, pero que parece condenarla a no poder, nunca, escapar de él. Enrique J. Botella bucea con especial sensibilidad en los sentimientos de personajes para los que, con un ritmo frenético, los acontecimientos se van sucediendo irremediablemente, cambiando continuamente de enfoque, manteniendo al lector en tensión desde la primera hasta la última página.