El marketing jurídico no es patrimonio de grandes firmas de abogados, tampoco es sinónimo de publicidad. Gabinetes de todo tipo deberían aplicarlo si realmente quieren ser más competitivos. Lo importante es la mentalidad de quien quiera incorporarlo. Ha llegado la hora de que usted y su despacho tengan un significado claro y valorado en el mercado, y que su capacidad y calidad sean realmente reconocidas y preferidas por los clientes potenciales. Este libro explica qué debe hacer para conseguirlo.




Una frase puede tener más mensaje que un libro entero. Por ello, este libro, breve y conciso, está dirigido a los abogados que, si algo necesitan, es tiempo.




De una manera práctica, quedan explicadas las ventajas de introducir el marketing y la gestión de recursos humanos en la gestión de su despacho.