LA MALMUERTA.

Córdoba, año 1404.
Rey de la ciudad Enrique III de Castilla.
Aquí vive una joven, bella y dulce mujer, desposada con un importante capitán cristiano.
El capitán es enviado a la frontera, pues Castilla se encuentra en guerra con el reino nazarí de Granada.
Antes de partir, y temeroso de que la belleza de su esposa pudiera atraer las miradas y pretensiones de otros, da orden a la servidumbre y a ella misma de que solo salga de la casa para ir a misa, y siempre acompañada por el ama de llaves, persona de su entera confianza.
El corregidor de la ciudad (máxima autoridad después que el rey), enamorado de la mujer, aprovecha la ausencia del esposo para, coaccionando al sirviente principal con distintas acusaciones, enviarle una carta declaratoria y concertar una cita.
Una vez conseguido su objetivo, y ante la respuesta negativa a sus deseos, sintiéndose ofendido y con ánimo de venganza, urde una serie de planes para castigarla, los cuales acaban, para su sorpresa, en la inocen