El científico del siglo XXI no se comprende solo y aislado en su laboratorio. La riqueza que se alcanza con el estudio multidisciplinar de un mismo problema, el aporte que puntos de vista distintos pueden conceder a un estudio, se hace imprescindible en amplios campos de la investigación científica, siendo la biomedicina la disciplina más implicada.
Basándonos en esta necesidad, unánimemente reconocida en nuestro caso, se creó, hace ya 20 años, el consorcio cROS, partiendo de un grupo de investigación de la Universidad de Oviedo, cuyo nombre, cros (cellular Response to Oxidative Stress), juega con las similitudes que su acrónimo tiene, en inglés, con el elemento sustancial de sus primeras investigaciones, centradas en el estrés oxidativo y los radicales libres de oxígeno o ros (Radical Oxygen Species). A este primer grupo se unieron, sucesivamente, el grupo experto en calidad cárnica procedente del SERIDA (Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario) cuya investigación tiene una amplia repercusión en nuestra comunidad, en la que la calidad de la carne es un valor sólido. El grupo espec