Bruno y Jorge Cacharro, padre e hijo, son seres inoportunos, imprudentes y excéntricos.

Comparten no pocas andanzas, reveses y enredos hasta que sus caminos acaban separándose de modo fulminante y dramático. La incapacidad de ambos para adaptarse a sus respectivos microcosmos les deparará un destino accidentado, inflamado de experiencias extraordinarias y, en algunos casos, lindantes con lo sobrenatural o, si se prefiere, con lo inexplicable. Esta obra se adentra tanto en los territorios del humor absurdo como en los corredores de un realismo sucio, erizado de toques góticos y fantásticos. He aquí una novela gamberra, delirante y enigmática que avanza entre un sutil cultivo de la introspección y un osado uso de la elipsis.