Este libro versa sobre la estética. No se trata solo de producir este efecto sino de que la estética sea el objeto de los textos poéticos. Este libro es pues una sucesión de sensaciones estéticas expresadas en forma de aburrimiento. Se afirma que “la única verdad es que el mundo real es música” y que el desconsuelo es que, en puridad, el mundo no es música. Con este fondo, hay un tedio mundano, otro estético y otro celestial. Un aburrimiento que lo invade todo. La poesía libre, en el fondo poesía en prosa, siempre tiene la dificultad de no tener un molde que crea la musicalidad, esta hay que buscarla, en la sucesión de palabras o frases. La primera parte es más poética que relato y la segunda es tanto poesía como relato. Después de muy numerosos libros poéticos anteriores sobre la “belleza”, González-Varas es referencia en este tipo de poesía estética.