Se define envejecimiento como la serie modificaciones morfológicas, bioquímicas y funcionales que aparecen con el paso del tiempo. El privilegio de los años se concede a muchas más personas de las que se percatan de que estos años finales, son un don, no un lastre. No todo el mundo que vive esta edad lo entiende y acoge con agrado. Para vivir bien esta etapa de la vida hemos de mirar a cada uno de nuestros miedos y esperanzas de frente y con vitalidad. Lo importante no es la edad, sino la forma de envejecer.La tarea más importante en esta etapa es no tenerle miedo al miedo. Y emprender nuevas cosas en sustitución de las que ya no se puede hacer. Y nuestra obligación moral es mantenernos lo más
sanos que podamos, permanecer activos, hacer las cosas que nos interesan. Es decir, envejecer bien, que no implica el no experimentar cambios físicos. Es definirse a uno mismo únicamente por las capacidades físicas que todavía conserva.