¿Podemos vivir en absoluto silencio interior sin compartir nuestras dudas?
Si Rebeca hubiese sido menos introvertida, más valiente, quizás todo habría sido distinto, quizás no habría sufrido tanto, pero no la dejaron. La amistad siempre le fue vetada, pero no se puede subsistir sin compartir los miedos con alguien... Ella encontró en los bocetos el confidente de sus inquietudes, su refugio.
¿Es posible vivir con miedo, con la perpetua sensación de que te persiguen?
Lucía se ha plantado, "¡Se acabó! Ya no quiere seguir viviendo así!", debe terminar con las pesadillas que la asedian... pero no contaba con que al hacerlo arrastraría a otras personas a sufrir su mismo destino. Cuando parece conseguir que desaparezcan de sus noches, son sus días los que se convierten en una auténtica pesadilla.
¿Podrán encontrar el camino que las libere o ya es demasiado tarde?
¿Puede haber alguien que lo maneja todo?
Una complicada situación surge de todo esto. Para resolverla tendrán que hacer un viaje a las profundidades de unos recuerdos ocultos, seguir el hilo de un enigma y perder el miedo a lo que deparará removerlos...